El Papel del Derecho Internacional Privado en la Era de la Inteligencia Artificial”

Introducción:

En un mundo cada vez más interconectado, la Inteligencia Artificial (IA) emerge como una fuerza transformadora, planteando desafíos que trascienden las fronteras nacionales. En este contexto, el Derecho Internacional Privado (DIP) se convierte en un pilar esencial para la regulación y la resolución de conflictos legales transfronterizos relacionados con la IA. Este artículo explora cómo el DIP está llamado a desempeñar un papel crucial en la era de la Inteligencia Artificial.

En la intersección entre la revolución tecnológica y el ámbito legal, surge un desafío significativo que requiere una atención especial: la relación entre el Derecho Internacional Privado (DIP) y la Inteligencia Artificial (IA).

En este artículo, exploraremos cómo la rápida evolución de la IA plantea cuestiones legales transfronterizas y examinaremos un ejemplo concreto de cómo estas cuestiones pueden manifestarse en el contexto guatemalteco.

Desde la revista jurídica publicada por la Universidad de Jaen, en su portal electrónico (https://revistaselectronicas.ujaen.es/public/journalslia/rej2022_22/7524/index.html) El término “inteligencia artificial” (IA) se le adjudica a John McCarthy, de la Universidad de Stanford, por haberlo empleado en una conferencia llevada a cabo en 1956, a pesar de que la temática ya tuvo acercamientos desde la década de los ’40 (Leyva-Vázquez y Smarandache, 2018, p. 3).

El 25 de noviembre de 2021, durante la 41ª sesión de la Conferencia General de la UNESCO, se aprobó la Declaración Universal sobre la Ética de la Inteligencia Artificial. Este extenso documento, compuesto por 30 páginas, constituye una recomendación desprovista de vinculación jurídica, aunque la UNESCO aspira a que adquiera relevancia mundial como referente ético en el desarrollo y uso de la Inteligencia Artificial (IA); Entre los puntos destacados de la Declaración se encuentra la definición de principios fundamentales aplicables al desarrollo de tecnologías controvertidas en la actualidad, como los sistemas de reconocimiento facial. Se establece que tales sistemas no deben emplearse con propósitos de vigilancia masiva o rendición de cuentas sociales. La Declaración también aborda cuestiones menos extremas pero igualmente relevantes, como el impacto potencial de los sistemas de recomendación utilizados por plataformas de streaming en la diversidad cultural y lingüística. Además, se resalta la importancia de mantener a los individuos informados sobre si están interactuando con sistemas de IA y establece la necesidad de mecanismos que permitan acceder a las razones detrás de decisiones que afecten los derechos o libertades de los usuarios, así como vías para impugnar o solicitar una reevaluación de las mismas. También se aboga por la reducción del impacto ambiental de los sistemas de IA, considerando que, según estudios publicados en la revista Nature Machine Intelligence, entrenar un algoritmo de inteligencia artificial puede generar cerca de 300.000 kilos de dióxido de carbono, equivalente a 125 vuelos de ida y vuelta entre Nueva York y Pekín.


La Globalización de la Inteligencia Artificial:

La IA no reconoce fronteras. Desde el intercambio de datos hasta la responsabilidad legal por decisiones algorítmicas, la IA plantea desafíos que requieren una respuesta jurídica global. El DIP, tradicionalmente encargado de resolver conflictos en contextos internacionales, se encuentra en la primera línea de esta evolución legal.


Conflictos de Leyes en un Mundo Digital:

Uno de los desafíos fundamentales que enfrenta el DIP en la era de la IA es la armonización de las leyes en un entorno digital. La ubicuidad de la información, la transferencia internacional de datos y la complejidad de los algoritmos exigen una adaptación de los principios tradicionales del DIP para abordar los nuevos retos.

La IA y los Desafíos Transfronterizos:

La IA no conoce fronteras y, en consecuencia, plantea desafíos únicos para el DIP. Las aplicaciones de la IA, como la transferencia internacional de datos, la responsabilidad por algoritmos y la propiedad intelectual, son temas que requieren un marco legal claro y armonizado a nivel internacional.

El DIP, que tradicionalmente se ocupa de conflictos de leyes en situaciones transfronterizas, se enfrenta a la tarea de adaptarse a las complejidades que la IA introduce en la relación entre las jurisdicciones.


Ejemplo en Guatemala: El Desafío de la Protección de Datos en la IA:

En Guatemala, como en muchos otros países, la implementación de sistemas de IA conlleva el procesamiento masivo de datos personales. Aquí, el DIP se encuentra ante la tarea de garantizar la protección de la privacidad y los derechos individuales en un contexto donde la información fluye sin restricciones geográficas.

Imaginemos una empresa guatemalteca que utiliza servicios de IA para analizar datos de clientes. Si esta empresa colabora con proveedores de servicios internacionales, se plantea la cuestión de qué leyes aplicar en caso de un conflicto. ¿Las leyes guatemaltecas de protección de datos son suficientes para regular la gestión de la información generada por algoritmos externos?


Ejemplos Prácticos de Desafíos Jurídicos:

  • Transferencia Internacional de Datos:
    • Empresas que utilizan servicios de IA a menudo transfieren datos a nivel internacional. El DIP debe determinar qué leyes de privacidad se aplican y cómo se resuelven los conflictos entre regulaciones nacionales.
  • Responsabilidad Legal:
    • Cuando un algoritmo toma decisiones con implicaciones legales, como en el sector financiero, surge la pregunta: ¿Qué jurisdicción tiene la autoridad para abordar las disputas legales resultantes?
  • Propiedad Intelectual:
    • La IA puede generar creaciones intelectuales. El DIP debe evolucionar para determinar quién posee los derechos de propiedad intelectual sobre obras generadas por algoritmos.

El Rol Evolutivo del Derecho Internacional Privado:

El DIP no solo debe adaptarse a los desafíos presentes, sino anticipar las futuras complejidades que surgirán a medida que la IA continúe su evolución. La cooperación internacional y la creación de normativas comunes se vuelven esenciales para garantizar la coherencia y la equidad en la aplicación de la ley en un mundo cada vez más digitalizado.

Desafíos y Perspectivas Futuras:

El DIP debe evolucionar para abordar estos desafíos emergentes y garantizar un entorno legal estable y justo en la era de la IA. La cooperación internacional y la creación de estándares comunes son esenciales para garantizar la coherencia y la equidad en la aplicación de la ley en un mundo cada vez más digitalizado.

En conclusión, la relación entre el DIP y la IA plantea cuestiones fundamentales que deben abordarse con prontitud. Guatemala, como muchas otras naciones, se encuentra en una posición única para contribuir al desarrollo de marcos legales globales que equilibren la innovación tecnológica con la protección de los derechos individuales y la justicia transfronteriza.

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